sábado, 24 de enero de 2009

Leo con interés en El País un artículo de Vila-Matas sobre los catálogos, siempre arbitrarios y caprichosos: "Si nos convertimos en hacedores de un catálogo, veremos que éste siempre nos sobrepasa y que, además, es recomendable no agotarlo y permitir que los lectores te reprochen haber dejado de lado muchos nombres o datos."

Enero frío y ventoso, sólo las canciones abrigan los días.