5 de la tarde de un 29 de julio sofocante. Visito un polígono industrial a las afueras de la ciudad. Sospecho que el infierno no debe andar muy lejos de aquí.
Estoy en un no-lugar, que diría el sociólogo con pedantería...un espacio urbano indefinido, atravesado por carreteras secundarias y autopistas, salpicado por descampados polvorientos, en el que se mezclan sin solución de continuidad, fábricas con casas de finales del XIX, con gasolineras, con centros comerciales, y así hasta el infinito para configurar un paisaje sin contexto.
Creo que desfallezco por el calor.
Es interesante comprobar como todo polígono genera también sus arquetipos humanos. Descubro que hay también un silencio de polígono: algo así como un bajo contínuo sofocado, compuesto por el ruido de los platos en los comedores de los que almuerzan rezagados, por el trasiego de camiones cargados de cemento, por una especie de silbido industrial cuyo origen no puedo descifrar.
No hay referentes, no hay raíz, todo sucede en un presente infinito y superficial, que tiende a replegarse sobre sí mismo, impermeable.
Intento en vano capturar una sombra, un rastro...pero harían falta años para desenmarañar un rincón tan opaco
lunes, 28 de julio de 2008
sábado, 26 de julio de 2008
El infierno es una familia. El infierno es una familia española. El infierno es una familia española comiendo una mariscada. El infierno es una familia española comiendo una mariscada a las 12 de la noche. El infierno es una familia española comiendo una mariscada a las 12 de la noche, un ruido fantasmal, una peste asfixiante, bromas zafias, en algo así como un país que se caracteriza por su orgullosa ineficiencia y suciedad.
miércoles, 23 de julio de 2008
martes, 22 de julio de 2008
El libro de los argumentos improbables (X)
Escribir un libro cuyo título sea "Elogio de la discreción"
viernes, 18 de julio de 2008
Lo sé. Desaparecerán los últimos,
sus barcas
demasiados pesadas envejecen,
y esta vez para siempre, en la dorada
hoz de arena finísima
que ahora
pueblan de parasoles los bañistas.
Las bellas herramientas,
los instrumentos de la mar, más nobles
según los muerde el tiempo,
se arruinan en el patio de la casa alquilada
por piezas, que las lunas
adversas ya no cercan como antes.
Y cada vez son menos
los mástiles y menos
marineros los hombres que se embarcan.
Implacable,
crece aprisa un suburbio
de hoteles y terrazas donde estaba
la silla del recuerdo...
Ya no veo
desde el jardín la loma en que el velero
plantaba sus mojones, ni el ruinoso
toldo del calafate sobre remos
grises y con avispas, sino muros
orgullosos y henchidos de ventanas.
Carlos Barral
sus barcas
demasiados pesadas envejecen,
y esta vez para siempre, en la dorada
hoz de arena finísima
que ahora
pueblan de parasoles los bañistas.
Las bellas herramientas,
los instrumentos de la mar, más nobles
según los muerde el tiempo,
se arruinan en el patio de la casa alquilada
por piezas, que las lunas
adversas ya no cercan como antes.
Y cada vez son menos
los mástiles y menos
marineros los hombres que se embarcan.
Implacable,
crece aprisa un suburbio
de hoteles y terrazas donde estaba
la silla del recuerdo...
Ya no veo
desde el jardín la loma en que el velero
plantaba sus mojones, ni el ruinoso
toldo del calafate sobre remos
grises y con avispas, sino muros
orgullosos y henchidos de ventanas.
Carlos Barral
lunes, 14 de julio de 2008
Tautogrames
Avui he descobert que un tautograma és un text en el qual totes les paraules comparteixen inicial. M´invento:
Bado buscant biblioteques
Bauçà burxa
Biedma brilla,
Borges bifurca
Brossa, bo?!
Bolaño beatificació!
Bado buscant biblioteques
Bauçà burxa
Biedma brilla,
Borges bifurca
Brossa, bo?!
Bolaño beatificació!
La vida misma no creo que haga escribir a nadie. El momento en que uno decide ser escritor es un instante de locura total y de voluntad, entendida en el sentido nietzscheano de la palabra, que es un sentido bastante delirante. Escribir no es normal, lo normal es leer y lo placentero es leer, incluso lo elegante es leer.
Roberto Bolaño
Roberto Bolaño
sábado, 12 de julio de 2008
Fauna urbana
jueves, 10 de julio de 2008
Escribir, como quería Marguerite Duras, para descubrir qué es lo que escribiríamos si escribiéramos.
Tras unos pocos meses de mantener el blog, tengo la sensación de que cada día me acerco un poco más al silencio, al vacío, al síndrome de Bartleby.
Al fin y al cabo, si escribimos para descubrir qué escribiríamos si escribiéramos, si lo que perseguimos es encontrar nuestra propia voz, la tentativa, tarde o temprano, tiende a consumirse a sí misma.
Tras unos pocos meses de mantener el blog, tengo la sensación de que cada día me acerco un poco más al silencio, al vacío, al síndrome de Bartleby.
Al fin y al cabo, si escribimos para descubrir qué escribiríamos si escribiéramos, si lo que perseguimos es encontrar nuestra propia voz, la tentativa, tarde o temprano, tiende a consumirse a sí misma.
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