domingo, 25 de enero de 2009


Escribir una falsa biografía novelada sobre Francis Bacon, centrada en dos de sus visitas a Madrid: la primera en 1956, y la última en 1992.


Junio de 1956. La primavera, y como paisaje de fondo el hotel Ritz, pero también episodios en una pensión oscura, una deuda jamás saldada, la violencia de los bajos fondos, la atmósfera irrespirable. Sus visitas al Prado, Goya y Velázquez, no toma notas, sólo estudia las pinceladas, minuciosamente, como debe ser. Morfina. Y bocas, bocas que tragan y expulsan, y aullan en este páramo.




Después una elipsis, hasta su vuelta a la ciudad en 1992, ya enfermo, para morir cerca de su viejo amor español. Un homenaje velado a los que siempre están fuera de lugar, a los que viven en un tiempo que no es el suyo.