martes, 9 de febrero de 2010

De camino al trabajo paso cada día por delante del Mercado de Barceló. El Ayuntamiento lo ha derribado para construir uno nuevo en su lugar


Es extraño, un año y medio en la ciudad y ya empiezo a tener recuerdos de cosas que desaparecen. Los que lleguen ahora no tendrán ninguna memoria sobre el antiguo mercado. Somos río, y desmemoria, y ceniza, y olvido.