sábado, 22 de agosto de 2009

Es curioso. Recordamos cierta tormenta, algún eclipse de luna, un sol sin piedad, pero nunca recordamos el viento. Escribir un libro titulado La memoria del viento. Hacerme millonario inmediatamente pues todo el mundo lo confundirá con grandes éxitos de nuestro tiempo tales como La sombra de la Catedral, o El viento del mar. Es el único modo loable de convertirse en millonario: por error.