sábado, 18 de abril de 2009

Abro el periódico por la sección de noticias locales. Un interesante artículo sobre escritores latinoamericanos que residen en Madrid. Inicialmente, miro sin prestar mucha atención la fotografía que ilustra el artículo. Al cabo de unos segundos de escrutarla, me doy cuenta de que en ella aparece un tipo que es, sin lugar a dudas, mi doble. En un primer momento no había caído en la cuenta del parecido aterrador, pero al cabo de unos segundos confirmo horrorizado que somos idénticos. Peor, mi doble es escritor, así que mi vocación (ya frustrada en primera instancia) ahora lo es de un modo abrumador (he estado a punto de escribir 'por motivo doble'), puesto que "él" se me ha adelantado.

El pedante haría una sesuda disertación sobre el motivo del doble en la literatura, desde Stevenson hasta Borges, pasando por Poe. Pero ninguno de ellos me salvará del horror de haber conocido la multiplicación, mi duplicación, mi rostro desfigurado por un espejo espectral.